Darse atracones y picotear por estrés: cómo la pandemia está cambiando los hábitos de alimentación

JUEVES, 15 de abril de 2021 (HealthDay News) -- Los hábitos de alimentación de los estadounidenses han empeorado durante la pandemia de la COVID-19, lo que incluye un aumento en los trastornos de la alimentación, afirman los investigadores.

En su estudio, el equipo de la Universidad de Minnesota analizó información recogida entre abril y mayo de 2020 de los participantes de un estudio llamado Proyecto EAT.

El análisis encontró un vínculo entre la pandemia y varios hábitos de alimentación poco saludables. Entre ellos, comer y picotear de forma inconsciente, un aumento del consumo de comida en general, un menor apetito o ingesta dietética, comer como estrategia de afrontamiento, y un aumento de los trastornos de la alimentación.

"Las alteraciones de la vida diaria asociadas a la pandemia en curso pueden tener consecuencias significativamente negativas para el riesgo de los trastornos y síntomas de la alimentación", advirtió Melissa Simone, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis.

Alrededor del 8 por ciento de los participantes del estudio informaron unas conductas de control de peso extremadamente malsanas, el 53 por ciento tuvo conductas malsanas de control de peso menos extremas, y el 14 por ciento reportó que se daba atracones de comida.

Los hallazgos son preocupantes, porque los trastornos de la alimentación se cobran 10,200 vidas cada año en Estados Unidos, más o menos una persona cada 52 minutos, según los autores.

Los hallazgos se publicaron en una edición en línea reciente de la revista International Journal of Eating Disorders.

Los autores del estudio afirmaron que hay un fuerte vínculo entre los aumentos de los trastornos de la alimentación y un mal manejo del estrés, mayores síntomas depresivos y problemas económicos moderados o graves.

Según Dianne Neumark-Sztainer, investigadora principal del Proyecto EAT, "se ha prestado mucha atención a la obesidad y su conexión con la COVID-19. También es importante centrarse en el gran número de personas que han estado involucradas en una alimentación desordenada y que están en riesgo de trastornos de la alimentación durante y después de la pandemia".

Simone señaló que las consecuencias económicas de la pandemia probablemente continuarán incluso después de que se vacunen muchas personas.

"Debido a que nuestros hallazgos sugieren que los problemas económicos moderados o graves se pueden vincular a los trastornos de las conductas de alimentación, es esencial que las intervenciones preventivas y los esfuerzos de tratamiento de los trastornos de la alimentación sean asequibles, de fácil acceso y ampliamente difundidos a aquellas personas con un mayor riesgo", dijo Simone. "Como tal, las intervenciones en línea o basadas en dispositivos móviles pueden ser modalidades efectivas y accesibles para los esfuerzos de intervención dirigidos".

Más información

El Instituto Nacional de la Salud Mental de EE. UU. ofrece más información sobre los trastornos de la alimentación.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: University of Minnesota, news release, April 12, 2021

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