Selladores
¿Qué son los selladores dentales?
Los selladores dentales son un recubrimiento protector, plástico y delgado, que se adhiere a las superficies de masticación de los dientes posteriores. Es decir, los molares y los premolares. Ayudan a prevenir las caries. Los selladores dentales son más eficaces en los dientes posteriores. Esto se debe a que estos dientes tienen orificios y grietas difíciles de alcanzar y en los que se pueden atascar trozos de comida y bacterias.
¿Qué tan eficaces son los selladores dentales?
Los selladores actúan como barrera física ante la comida, la placa y las bacterias. En la mayoría de los casos, brindan un alto nivel de protección contra las caries. El factor más importante es que el sellador dental se adhiera bien a los dientes. Esto impide el suministro de nutrientes a las bacterias que producen caries. El sellador dental deja de funcionar cuando se rompe una parte, o toda, la adhesión al diente.
¿Quiénes deben usar selladores dentales?
Los selladores son mejores para los niños. Sus dientes permanentes recién salidos tienen más riesgo de contraer caries y no se benefician tanto del fluoruro. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), los selladores se deben usar como parte de la atención dental preventiva total del niño. Sin embargo, también informan que alrededor de la mitad de los jóvenes entre los 6 y los 19 años tienen selladores dentales. Un programa dental preventivo completo incluye lo siguiente:
Muchos adultos jóvenes también pueden beneficiarse de los selladores dentales.
Además, los selladores ayudan a mantener la salud de los dientes. Cada vez que se cubre un diente por la caries, se pierde otra parte de la estructura del diente. Con frecuencia, los selladores permiten ahorrar tiempo y dinero, reducen el malestar asociado a los procedimientos odontológicos y mantienen los dientes saludables.
¿Qué sucede durante el procedimiento?
El procedimiento empieza con la limpieza de la superficie del diente, se enjuaga la superficie para eliminar todo resto del limpiador y luego se seca el diente. Se coloca una solución o gel ácidos sobre la superficie del diente, incluso en los orificios y grietas. Esto hace que la superficie del diente sea más áspera y más amplia para que el sellador se adhiera bien. Después de varios segundos, se enjuaga bien la solución con agua y se seca la zona. Luego se aplica el sellador líquido y se lo deja para que se endurezca o se lo endurece con una luz azul especial (fotocurado).
Si tiene buenos hábitos de higiene bucal, los selladores pueden durar varios años. Si se astilla o se sale el sellador, se puede volver a aplicar con facilidad.
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